Tema:
Factores que causan la desnaturalización del estado
Ética y Política
El hombre es un ser libre, con capacidad de autodeterminación, es decir,
capaz de obrar luego de una libre elección. Esta elección se lleva a cabo como
resultado de un conocimiento que define el carácter de una conducta, ya que
está vinculado con una conciencia moral que aprueba o desaprueba un determinado
acto.
Tanto la moral, como el derecho y los usos sociales, forman parte de un
todo mayor: la ética. Hablar de ética es hablar del bien y del mal. La ética no
es una abstracción, es el otro. Cada acto está obrando directa o indirectamente
sobre una vida: "Nunca se roba algo, se le roba a alguien".
La moral hace referencia a aquellas pautas interiorizadas por el individuo
quien se las autoimpone no como obligación sino como necesidad, por el simple
hecho de provenir o formar parte de "lo bueno".
El derecho es el conjunto de normas emanadas por un órgano competente.
Las mismas constituyen una prescripción, o sea la imposición de la voluntad
de la autoridad normativa sobre la voluntad del sujeto o destinatario.
Los usos sociales recogen comportamientos deseables y aprobados por una
comunidad, es decir costumbres sociales. Son normas consuetudinarias.
El hombre, por naturaleza tiene la capacidad de perfeccionarse y de
superarse día a día, por lo que tiende a alcanzar la plenitud. Para llegar a
tan preciada meta como lo es la plenitud, es necesario vivir en sociedad; el
ser humano necesita de los demás para construir un mundo o ambiente propicio en
el cual alcanzar la plenitud, causa esencial de la felicidad.
Es por ello que el hombre necesita de la sociedad política, pues nada es
pleno si no se comparte, confronta y comunica a los demás, ya que el bien es
expansivo, comunicativo: "De nada sirve la sabiduría si no se la comunica
mediante la educación".
El hombre se reúne en sociedad para el logro de un bien común a todos.
El bien común no es el bien individual, no es la suma de la porción de
felicidad de cada individuo integrante de una comunidad, pero tampoco es un
bien que nada deba a las partes. Es la integración sociológica de todo lo que
hay de virtud y riqueza en las vidas individuales, y que tiende a perfeccionar
la vida y la libertad de persona de cada ser. No es utilidad solamente, sino
fin bueno es sí mismo, sujeto a la justicia y a la bondad. Es el fin último de
la vida social.
La política es la ciencia social y práctica cuyo objeto es la búsqueda del
bien común de los integrantes de una comunidad.
El bien común no es sólo la tarea del poder político sino también razón de
ser de la autoridad política.
Por lo tanto, es el bien común el principio y fin ético de la política.
Será bueno todo aquello que beneficie, tienda, acreciente o promueva el bien
común. Será malo todo aquello que tienda a perjudicarlo, disuadirlo,
disminuirlo, etc.
Es deber de todo estado democrático promover el bien general.
El bienestar general se logra por medio de una auténtica justicia social
cuya finalidad es obtener una más justa distribución de la riqueza entre todos
los grupos sociales. Hace falta la presencia de un estado capaz de generar este
equilibrio. Un estado que no elimine la responsabilidad de las personas, de las
comunidades y de las organizaciones intermedias. Un estado que no convierta en
dependientes a los ciudadanos y en pupilas a las comunidades y organizaciones
intermedias. Un estado que no les quite sus obligaciones. Esa orientación de la
intervención estatal ha sido nefasta para la sociedad civil, la ha hecho débil.
Pero tampoco sirve un estado ausente, que deje la suerte de sus habitantes al
juego de la oferta y demanda. Ni un estado indiferente a los problemas
sociales. El estado debe intervenir para asegurar el mínimo de bienestar para
todos. Sin demagogias.
En resumen, la naturaleza de un estado o de la sociedad política, es la
búsqueda del bien común. El estado se desnaturaliza, es decir pierde su
esencia, cuando se corrompe. Corromper, entre otras acepciones posibles, es
alterar la forma de alguna cosa; así el estado corrupto ya no tiende al bien
común sino que se desvirtúa transformándose al provecho de unos pocos.
Según Aristóteles, definiendo las formas de gobierno, hay monarquía,
aristocracia o democracia cuando el rey, una minoría o una mayoría gobiernan
para el conjunto. Estas serían las formas naturales. En cambio hay tiranía,
oligarquía o demagogia cuando un tirano, una minoría o una mayoría gobiernan
para sí mismos. Estas serían las formas desnaturalizadas.
Los factores que conducen a la desnaturalización del estado, a su proceder
éticamente negativo, inmoral, ilegítimo e ilegal son principalmente:
Max Weber distinguió entre los políticos que viven para la política y los
que viven de la política. En el último caso, la ambición política deja de valer
por sí misma y se rebaja al nivel de un valor instrumental al servicio del
enriquecimiento.
A fines del siglo XIX, Leandro Alem sostenía: "... el interés material
será para un pueblo de mercaderes, no para el nuestro...", "...no
conviene materializar las sociedades, aflojando los resortes morales de su
espíritu...", "... Se nos quiere halagar con las promesas de
engrandecimiento material. Yo prefiero, porque lo considero más digno de una
sociedad como de un individuo, vivir con menos lujo y con menos pompa, siempre
que me dirija yo mismo. Prefiero una vida modesta, autónoma, a una vida
esplendorosa sometida a tutelaje...".
b-) La tentación del poder absoluto.
Todo poder tiende a corromper; el poder absoluto corrompe absolutamente.
Alguien que carece de una sensibilidad moral excepcional, y que no es sino una
persona ordinaria, común y corriente, puede sucumbir frente a la tentación
extraordinaria que surge de las inmensas posibilidades del poder, a menos que
se la limite y se la controle. Expresaría Elpidio González: "... El
radicalismo es una fuerza principista. Para la Unión Cívica Radical los gobiernos
son medios de servir al país y no fines...".
c-) La pérdida de un orden político.
Bajo cualquier sistema político existe un orden político natural al cual la
acción política debe sujetarse en aras de la estabilidad y el bienestar de la
nación.
El orden político es la única posibilidad de trabajar por el bien común. Su
contraparte, el desorden político, implica el desquicio general de las
funciones sociales, de modo que nadie trabaja en lo que le compete. Diría
Dante: "Siempre la confusión de la persona es principio del mal de la
ciudad".
Podemos, lógicamente, reducir los tres factores de desnaturalización del
estado, anteriormente mencionados, a un solo eje fundamental: la conducta.
Según el diccionario de la lengua española, conducta, entre otras acepciones,
es la manera con que los hombres gobiernan su vida y rigen sus acciones. Como
ya sabemos, el hombre es un ser libre, capaz de autodeterminarse y que actúa
según una elección. También dijimos que la ética esta compuesta por la moral,
el derecho y los convencionalismos sociales.
Por lo tanto una conducta será éticamente positiva siempre que el hombre
encamine su vida conforme a las costumbres sociales y normas jurídicas
vigentes, y cuyos principios morales, que por naturaleza indican qué es lo bueno,
no queden sólo en el campo de la abstracción o el conocimiento, sino que los
concrete mediante su observancia.
En resumen, será una conducta acorde a la ética aquella conducta virtuosa.
La virtud es la disposición constante del alma a conducirse de acuerdo al bien
y a evitar rigurosamente el mal. Las virtudes que hacen ética a una conducta, y
que son además indispensables en un estado democrático, son las siguientes:
·
Austeridad: consiste en
llevar una vida modesta y de probada honradez.
·
Veracidad: virtud que nos
conduce siempre a manifestar lo que creemos o pensamos.
·
Lealtad: nos obliga a ser
fieles y rigurosos en el cumplimiento de los compromisos y obligaciones, en la
correspondencia de afectos, etc.
·
Tolerancia: respeto y
consideración de las opiniones ajenas. No es aprobar el error, sino
simplemente, la capacidad de convivir con lo diferente.
·
Espíritu de Trabajo: Inclinación a
realizar con entusiasmo y eficacia los labores que se emprenden.
·
Perseverancia: firmeza en los
propósitos o en la prosecución de algo que se ha comenzado.
·
Caridad o Fraternidad: consiste en
considerar a nuestros semejantes como hermanos. Es el amor al otro que se
manifiesta mediante acciones de beneficencia y benevolencia.
·
Patriotismo: vínculo
espiritual que nos une a la patria incondicionalmente. Se manifiesta sirviendo
con amor y abnegación, alentando los ideales de la nación, reverenciando sus
glorias, amando su tradición y respetando sus símbolos.
·
Abnegación: es un
sentimiento que nos mueve a dejar de lado nuestros propios afectos o intereses
en servicio de la patria, para el bien de la comunidad en general, para el bien
del otro.
Es fácilmente entendible entonces que los tres factores de
desnaturalización del estado tienen su semilla o su fundamento en una conducta éticamente
negativa: en el materialismo, en la mentira, la deslealtad, la intolerancia, el
egoísmo, en la carencia de patriotismo, etc.
El radicalismo cree que el fin no justifica los medios, y que los altos
fines sólo se alcanzan cuando los medios son adecuados a su altura. Colocándose
así los medios en el plano del deber constante e inmediato, y surge la
filosofía realmente creadora de conducta, que es unidad e interacción entre el
esfuerzo moral-personal y el político o social que lo incluye. Esta filosofía
radical de la conducta es la única que podrá reintegrar al hombre-espíritu y
salvar a la humanidad del posible desastre de los siglos.
Krause, filósofo de gran influencia sobre la doctrina radical, sostenía que
la ley moral lleva implícita la libertad y el orden, siendo su máxima de
conducta más difundida: "Haz el bien por el bien mismo".
Plenitud, es una totalidad, integridad. Observaremos entonces como esta
filosofía es el camino para alcanzar la plenitud del hombre, quien vive en
sociedad para alcanzarla, configurándola al nivel de un bien común, principio y
fin de la existencia de la política.
La pérdida del camino ético de la política, no es más que el reflejo de una
sociedad que también lo ha perdido. Al fin y al cabo, los hombres de la
política, forman parte de la sociedad a la cual representan y dirigen.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa política debería ser una vía para trabajar por el bien común, pero intereses ajenos de políticos corruptos que se dejan llevar por la ambición, permiten que la corrupción se apodere de sus pensamientos y sentimientos sin importarle la razón por la cual fueron elegidos, traicionando la ética.
ResponderEliminarComo es de conocimiento general, la politica es una ciencia que busca el bien comun de una sociedad para asi mantener un ambiente armonioso para las personas; actualmente aunque un politico entre con todas sus mejores intenciones se pueden ver opacadas al ver que tiene tanto control, poder y dinero. Y le puede mas la ambicion que sus principales metas que tenia al comenzar.
ResponderEliminarLa ética y la política, muchas personas que estas dos palabras nunca deberían estar juntas, ya que se piensa que la mayoría de los políticos son corruptos, sedejan influenciar por el poder el dinero; cabe recalcar que si existen políticos con ética, que luchan y trabajan por defender el derecho de los pueblos que representan. y algunos de esos mandatarios incluso les cuesta la vida . este tema es incluso es difícil de abordar ya que a simple vista no se puede identificar, cual es la persona más apta para asumir el poder
ResponderEliminar¿Ser político y ser ético es difícil? Hoy en día, la gran mayoría de personas piensan que eso es imposible, pues a un político se lo relaciona con la astucia y el "ofrecer y no cumplir". Un político es aquel representante de una sociedad, que a través de los poderes del Estado, busca el beneficio de sus mandantes. Y para ello, tiene que cumplir y hacer cumplir la ética.
ResponderEliminarTodo politico debe tener etica no ser corrupto.
ResponderEliminardebe trabajar por el pueblo ya que por eso se lo eligio.
Ningun politico debe peregnizarse en el ppder puesto que el poder corrompe al ser humano y por eso debe darle espacio a una nueva persona con ideas frescas para el bien del pais ,la democracia es el poder del pueblo para el pueblo el cual debe servir como guia para los futuros gobernantes
ResponderEliminarLa desnaturalizacion del estado se basa en los factores que influyen en los políticos, a la corrupción, los políticos deberian ser transparentes y buscar el bien comun para la sociedad, sin embargo muchos al llegar al cargo se ciegan y dejan de hacer su trabajo, en mi opinión el buen político debe implantar sus ideas y hacer cambios conservando su moral.
ResponderEliminarLos factores que causan la des-naturalización del estado, se da por la falta de "Etica" y valores propios que debieran haber en los seres humanos bien formados, desde el punto en el que el dinero representa mucho más que los valores que poseen se pierde la naturaleza básica del bien, asi como al desear tener mucho poder y no utilizarlo en favor del bien común de las demás personas, perdiendo el orden político bajo el cual se debe velar por el bienestar de la comunidad, pueblo o nación. El hecho de poder acceder a un puesto de mayor jerarquía en la sociedad, debiera ser para poder actuar en favor del bienestar de la sociedad. Y no de unos cuantos grupos o élites. El buen político se fijara que el bienestar del pueblo sea claramente reconocido y respetado por el bien mismo de la sociedad.
ResponderEliminarEn si la política es tanto buena y mala según la perspectiva de cada persona, ya que al hacer el bien para los demás hacen mal o otras persona. No existe buen político pero si hay un equilibrio tanto es las acciones que este ira realizando en su tiempo de mandato. Ya sea tanto económica, como social dará su mejor esfuerzo para satisfacer las necesidades del pueblo o para fomentar mas el desarrollo de la nación.
ResponderEliminarLos políticos cuando llegan al poder parece que se le termina la ética, por que se le olvida los valores morales. Busca su bienestar propio volviéndose egoísta, buscando solo su bienestar propio y no el de la sociedad en su conjunto.
ResponderEliminarEn Sudamérica y en especial en Ecuador, podemos ver la falta de ética por parte de los políticos, es que considero; la política no es la corrupta, sino unos cuantos políticos que con sus malas acciones dañan la imagen de la política. Siendo a mi punto de vista, un ejemplo puntual, el del señor Lucio Gutierrez, quien a pesar de haber jurado al pueblo su lealtad, apenas llegado al poder decidió irse por "el camino más fácil" y dejar a un lado la promesa antes realizada y cuando el pueblo ecuatoriano decidió que era suficiente pues lógicamente huyó del país. Siendo este suceso algo público, me es insólito verlo hablar de valores y de toma de buenas deciones a favor del pueblo, pueblo que traicionó cuando tuvo la oportunidad de ayudarlo.
ResponderEliminarPor muchos hechos como estos y por "políticos" que más bien son politiqueros es que han arrastrado a muchos paises a la desnaturalización del Estado.
Existen muchos factores que provocan la desnaturalizacion en un estado pero sobre todo las que destacan son las relacionadas con el dinero y el poder absoluto pues puede que alguien en un principio haya querido dar todo de si para poder gobernar de una manera correcta, pero llega un momento en que el poder lo tenta y provoca un descarrilamiento de sus ideales causando que aquella persona que intentaba mejorar una situacion para todos ahora lo haga solo para si mismo asi perjudique a la mayoria
ResponderEliminarComentar sobre ética y política puede ser un caso contradictorio ya que con el conocimiento previo que tenemos en lo personal puedo decir que un político no puede tener una ética formada. Pero según lo que hemos aprendido ahora se podría decir que no es tanto así ya que un buen ciudadano si puede hacer política de manera responsable y autónoma respetando siempre los códigos éticos y humanos que en su carrera política pueda encontrar. Depende de como quiera llevar su cargo y los ideales que en su vida tenga.
ResponderEliminar